miércoles, 20 de abril de 2011

BAILANDO CON LA COJA.

DESARROLLO TERRITORIAL Y GOBERNABILIDAD

Publicado por: Rodrigo Bustamante T.

¡Acudimos de forma entusiasta los colombianos a un baile de desarrollo, invitados por la Constitución Política del 91, con asistencia musical disonante de los gobiernos nacionales y con la mala compañía de una coja!
El Desarrollo Nacional diseñado por la carta constitucional, bien plasmó al desarrollo regional como motor de crecimiento direccionado hacia el ciudadano, mediante una organización Estatal descentralizada que permitiera integralidad y autonomía territorial, y con ello potenciar los distintos niveles de gobierno. De esta forma se impactaría positivamente la calidad de vida de las personas mediante la disminución de desequilibrios territoriales, en un ambiente competitivo, subsidiario, sostenible y participativo.
Este ambiente de jolgorio constitucional vaticinaba éxito total. Sin embargo esta concepción de desarrollo desde las regiones no clarificó el plazo de consolidación de un ordenamiento territorial general y básico, con el que se pudiera fortalecer un proyecto complementario de progreso y definir prioridades en el contexto nacional. En consecuencia vimos que algo no estaba bien con la primera pista que intrépidamente salimos a bailar - nos dimos cuenta que nuestra pareja de baile tenía muchas deficiencias para seguir el tono musical, algo le hacía falta-.
En medio de este confuso panorama, hemos visto pasar orquesta tras orquesta de dirigentes nacionales, que oscilan entre baladas centralistas y descentralizadoras. También se ha visto que algunos ciudadanos piden la canción “Autonomía y Formalización Regional”, melodía que recoge en sus notas la identidad cultural, histórica y territorial; mientras que otros piden con fuerza la canción “División Territorial con Administración Desconcentrada del Gobierno Nacional”, tonada histórica que recoge la ausencia de criterios técnicos en la administración local y la desconfianza en los dirigentes regionales.
En medio de esta algarabía, la invitación hecha por la Constitución Nacional puede cambiar seriamente, en razón de una tonada fuerte que instrumentalice el Gobierno Nacional, a tal punto de frustrar la concepción respetuosa de desarrollo y aplastar la gesta de una nueva arquitectura institucional del Estado. Dicho esto, es probable que nuestra pareja esforzada a bailar la canción que le pongan, pero perseverante en el esfuerzo y con sus limitaciones físicas, ¡se vaya directo a la silla de donde la sacamos!

Vale decir que nuestra estimada coja -Concepción de Desarrollo Nacional, con base en el Desarrollo Regional, sin instrumentalización legal-, ha progresado en su ritmo, acomodándose a la sociedad y a las instituciones, ha conservado el objetivo para la que fue invitada y ha aprendido de sus errores. ¿Es necesario cambiar una buena pareja? o ¿fortalecer sus debilidades?